Porque los ojos del Señor contemplan toda la Tierra, para mostrar Su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con Él… 2 Crónicas 16:9
Ya que los ojos de Dios pasan por toda la Tierra, yo creo que Él, todos los días, miraba ese terreno en Jerusalén donde había sido Su morada, ese Templo que los religiosos destruyeron y rechazaron.
Los ojos de Dios, diariamente, pasando por toda la Tierra, buscaban a alguien, a un líder, a un pueblo, a una nación de coraje para esta Gran Obra. Pero, ¿quién?
Dios vio en el barrio de Brás un terreno vacío para que sea construida la Casa del Sacrificio. Surgió un pueblo de fe aguerrida que, siguiendo el ejemplo de Abraham, sacrificó, y ahí está el Templo, para la Gloria de nuestro Dios.
Quien pasaba por ese terreno veía algo despreciado, vacío, sin nombre, sin propósito, así como la vida de muchos que, a los ojos humanos, no tienen futuro, propósito, ni sentido.
Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Génesis 1:2
El Espíritu de Dios son Sus pensamientos y sueños, que visualizaba lo que Él iba a hacer en la tierra desordenada y vacía.
Nuestro Dios es el Arquitecto mayor. Él sabe agarrar la nada, el vacío, lo despreciable, y hacer una gran obra, por eso el ALTAR del Templo de Salomón es para los que son visionarios.
Dios ve en nosotros las maravillas que Él desea realizar para la Gloria de Su Nombre. Sin embargo, Él necesita encontrar en nosotros no solamente fe, sino también VISIÓN.
La misma visión que hizo de un hombre viejo el padre de una Gran Nación.
La visión que hizo de un terreno vació en un barrio simple el TEMPLO DE SALOMÓN, la Casa del Sacrificio para toda la Tierra.
Los ojos de Dios buscan encontrar a aquellos que tienen un espíritu que desprecia la incredulidad y los límites del corazón humano y que están dispuestos a poner sus vidas y su todo en el Altar del Sacrificio.
Estos, de la nada, se volverán GRANDES, ¡Extraordinarios! La Gloria de Dios llenará el TEMPLO y su vida también.