Hubo un período en el que fantaseaba con hacer una aplicación junto al Cielo pidiendo una extensión de las 24 horas del día. Con tantas cosas para hacer, soñaba con un día de 25, 27 o incluso 30 horas. Y me imaginaba cuánto más lograría hacer con esas horas extras.
Solo que esta fantasía no duró mucho porque siempre terminaba de la misma manera. La aplicación siempre volvía reprobada en grandes letras rojas: “RECHAZADO”. Y una explicación abajo, escrita a mano por el propio Dios: “Administra mejor tu tiempo.”
Administrar mejor mi tiempo. Pero, ¿cómo?
El tiempo es una cosa realmente curiosa. [Cualquier día de estos, cuando usted tenga uno, ah… tiempo, exactamente 43 minutos, acompañe esta profunda meditación sobre qué es el tiempo. Nunca más pensará sobre el tema de la misma forma.] El tiempo no vuelve. Todo el mundo tiene la misma cantidad. Un día se terminará para nosotros – y no sabemos cuándo. Pero de una cosa tenemos certeza: no debemos desperdiciarlo.
¿Cómo podemos aprovecharlo al máximo? ¿Cómo administrarlo con eficiencia? Diez consejos:
- Aprenda a decir no más veces a cosas que a usted le gustaría, pero que realmente no tendrá tiempo para hacer
- Use menos las redes sociales por razones intrascendentes.
- Vigílese contra los ladrones del tiempo: TV, Internet, amigos molestos, celular, jueguitos, etc.
- Respete una hora para dormir y una hora para despertarse – y duerma por lo menos 7 horas. Una buena noche de sueño es un secreto de alta productividad durante el día
- Planifique lo que usted va a hacer con anterioridad. Los planes ahorran tiempo
- No quiera abrazar el mundo, estar inventando cosas y más cosas para hacer mientras otras más importantes son postergadas. Anote sus ideas en un archivo titulado “quizás en el futuro”. No vaya saltando de proyecto no terminado a nuevos proyectos
- Si usted llegó a su límite de tiempo, avíseles a las personas importantes en su vida que no puede aceptar más nuevos proyectos y responsabilidades mientas no concluya los actuales o renuncie a alguna función
- Separe un tiempo para que usted recupere sus energías y se recomponga mentalmente. Una vez por semana, aunque sea algunas horas
- Separe un tiempo para la persona más importante en su vida. Una vez por semana, aunque sea algunas horas
- Comience su día teniendo una conversación con Dios. No es una mala idea pedirle consejos a la Persona para la que un día es como mil años, y mil años, como un día. (2 Pedro 3:8)