Declaración de amor a mi Dios
Yo creo que todos los que hayan practicado o practiquen la Palabra de Dios (Fe) conocen este pasaje:
Mi Amado es mío, y yo Suya; Él apacienta entre lirios. Cantares 2:16
Pues bien, hoy puedo decir con toda certeza y con toda claridad, que en estos últimos días he vivido perfectamente esto en la presencia del Dios Vivo. Puedo decir muy alto y claro: “¡MI AMADO ES MÍO, Y YO SUYO!”
Hoy cumplo un año más de vida: 34° cumpleaños, y de todos estos años, los últimos tres han hecho la diferencia en mi vida, pues fue en este período que entré por las puertas de la Universal. Y si estuviera cubierto de oro y plata, nada, nada de eso tendría valor alguno delante de lo que he vivido estos últimos días en la presencia del Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob (Israel).
Todo eso se lo debo a la Universal, que me concedió la oportunidad de aprender a practicar la Fe Viva, la Fe Sobrenatural.
Agradezco en especial a la persona del obispo Macedo, que en la entrega de su vida, en el sacrificio de su vida en el Altar, nos proporcionó eso que estamos viviendo actualmente:
– Vigilia del Rescate
– Vigilia de las Vestiduras Blancas
– Ayuno de Jesús, y
– El Extraordinario Templo de Salomón.
Tengo mucho que agradecer a todos los que forman parte de esta gran familia, sean amigos y familiares físicos o amigos virtuales, y, con gran cariño y admiración a las personas:
– Rosângela Pereira (mi amor, mi esposa)
– Sander Ascêncio (gran amigo y ejemplo de superación)
– Obispo Sérgio Correia (Hombre de Dios – Obreros en Foco)
– Renato y Cristiane Cardoso (Hombre y mujer de Dios)
– A los pastores y hombres de Dios que pasaron por la ciudad de Barra Velha (SC) que con toda paciencia y cariño también contribuyeron a cimentarme en la Fe (Pr. Fabio, Pr. Arialdo, Pr. Adriano, Pr. João y Pr. Antônio).
A todos, mi sincero agradecimiento…
¡Muchas gracias, obispo Macedo!
Y, ¡juntos alcanzaremos lo Extraordinario en la Casa del Sacrificio… el Templo de Salomón!
Edson Gomes de Melo