Tenía fuertes dolores abdominales y, tras varios exámenes descubrieron que tenía apendicitis.
Después de varios días en el hospital, fui dada de alta, pero seguía teniendo el mismo dolor, por lo que volví al hospital, donde fui sometida a dos cirugías más. La tercer cirugía fue la más complicada; mi intestino estaba muy débil y cualquier cosa podía perforarlo.
Además, estaba segregando líquido por lo que los médicos y enfermeras se apresuraron y dijeron que sería necesario colocarme una bolsa de colostomía y permanecer en UCI, (Unidad de Cuidados
Intensivos). Sabía que solo Dios podía sacarme de esa situación. Mientras mi madre participaba en las reuniones de Sanidad y tocaba en el Manto Consagrado en favor mío, yo estaba segura de que sería sanada; determinamos que esta sería la última cirugía y que ahora Dios me operaría.
Al abrir mi abdomen, los médicos se sorprendieron. Mi intestino estaba normal, sin perforación ni infección. Me hospitalizaron durante unos días más para recuperarme de la cirugía, pero pronto me dieron de alta. Supe que Dios estuvo conmigo todo el tiempo.
Así como la Sra. Luana Oliveira fue curada, por la fe, usted también puede recibir la cura de sus enfermedades.
- Todos los martes: 7Hs, 10Hs, 15Hs, 19Hs
- Av. de Las Américas 305, norte de Guayaquil o en la Iglesia Universal más cercana a su hogar