1. Deshágase de toda la carga negativa, de su antigua vida, sepultando todo lo que le acusa, a través del Bautismo en las aguas, que significa, originalmente “sepultamiento”. El Señor Jesús prometió que “Quién creyerá en Él como Señor de su vida y fuera bautizado en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, será salvo, pero también quien no creyere, no será bautizado y no será salvo”. Eso usted va a hacerlo en la Iglesia Universal más cerca de su casa, sin costo alguno. Basta apenas llevar un traje de baño, una muda de ropa, una toalla y un corazón arrepentido.
2. Para conocer a alguien se deben hacer dos cosas básicas, que son: Hablar y Oír a este alguién, ¿correcto? Entonces, ¡hable! Pero, en este caso, la persona a conocer es Dios. Hable con Él en oración por la mañana, en los momentos de tentaciones, dificultades, persecuciones, demostrando confianza y dependencia, y por la noche demostrando como mínimo su gratitud. La duración de la oración no es importante, pero sí que sea sincera y específica. El Señor Jesús dijo que: “No es por mucho hablar que somos oídos”.
3. Alimente su espíritu. Él sólo puede ser alimentado con palabras, sean ellas negativas, para frustración, o positivas, para realización. El libro más coherente, inteligente, de SIEMPRE, ¡es la Biblia Sagrada! La Biblia contiene los Pensamientos de Dios. Por eso, lea un versículo por día, de preferencia del Nuevo Testamento, para facilitar su entendimiento, y medite sobre lo que leyó. Dios, ciertamente, le hablará y, en caso de que usted no entienda, no se desanime ni se preocupe, días más tarde usted entenderá.
4. Hágase un adulto en su fe inteligente, maduro en su relación con Dios, desarrollando su Comunión con Él, a través de la participación en las Reuniones prácticas e inteligentes de la Iglesia Universal, los Miércoles, Viernes y Domingos por la mañana.
5. Y, por último, no niegue a otros la oportunidad de saber que el Señor Jesús está Vivo y los quiere Liberar, Perdonar, Realizar y Salvar. Busque siempre evangelizar a otros por medio de su ejemplo de carácter, equilibrio, respeto, justicia, y, siempre que sea posible, lleve invitados a participar en Reuniones o Eventos inteligentes de la Iglesia Universal.