El Espíritu Santo es una realidad viva y presente en la vida de la Iglesia del Señor Jesucristo. Su obra se da en la vida del cristiano de una forma concreta y permanente…
Todas las acciones del Espíritu Santo buscan edificar, consolar, guiar y fortalecer la acción de los cristianos en el sentido de constituir la Iglesia, que es el verdadero cuerpo del Señor Jesucristo, del cual formamos parte en la condición de miembros.