El ser humano ansía la aceptación desde que sale del vientre de la madre. La primera acción del bebé después de nacer es llorar. La segunda acción es dejar de llorar y dormirse al ser envuelto en los brazos de su madre. Desde ese momento, hasta la muerte, esa persona buscará la aceptación de los demás a su alrededor. Algunos irán al extremo para encontrarla.
Este fenómeno, la búsqueda por la aceptación, está incorporado dentro de cada uno. Para tener una idea de cuán importante es esto para nosotros, imagínese por un momento que la siguiente situación le sucede a usted:
Al nacer, usted es rechazado por su madre.
Cuando es niño, pasa por varios orfanatos hasta que ninguno lo quiere más y se va a vivir a la calle.
Cuando es joven, las personas lo ignoran o huyen cuando usted se acerca.
Cuando es adulto, nadie le da un empleo; nadie le quiere comprar nada o venderle nada.
Usted no tiene nombre, ni documento. Simplemente es rechazado por todos.
Inevitablemente, comienza a cuestionar la razón de continuar viviendo así. :
¿Logra imaginarse tal existencia? Imposible. Existen personas que incluso se aproximan a esta historia. Quizás los huérfanos que se volvieron mendigos – pero aun ellos reciben la aceptación de algunos que les dan limosnas, un abrigo o un plato de comida. Es simplemente impracticable para un ser humano vivir sin ser aceptado.
Por esa necesidad, cada uno se arregla como puede para encontrar aceptación. Algunos la encuentran más fácilmente. Otros están frente a ella y no la ven (¿ya oyó hablar del rebelde sin causa, ese joven que tiene todo pero que odia a sus padres?).
Claro que ninguna necesidad humana existe sin la existencia de algo que la llene. Como hay agua para nuestra sed y sueño para nuestro descanso, así existe el amor para nuestra necesidad de aceptación. Sí, el amor es la respuesta de Dios para nuestra búsqueda de aceptación. Por eso, quien encuentra a una esposa o un marido, encuentra un gran bien, como quien alcanzó un gran favor del Creador (Proverbios 18:22).
Este mes en la Terapia del Amor, estamos refiriéndonos a los corazones que aún no lograron encontrar la aceptación que tanto buscan. ¿Cómo ser aceptado por aquel que realmente a usted le importa? ¿Cómo actuar para recibir la aceptación de quien usted ama, o amará en el futuro – sin bajar su nivel, ni humillarse o implorar por amor? Observe si usted:
- Tiene dificultades de ACEPTARSE: no gusta de sí mismo, tiene baja autoestima.
- Ha sido rechazado incluso dentro de una relación.
- Ya tuvo varias relaciones y hoy se encuentra solo.
- Se siente como si fuera invisible – nadie le mira.
- Se siente como si fuera un leproso – rechazado y detestado.
- A menudo se ve rebajándose, persiguiendo a alguien para tener atención.
- Está en una relación en donde no hay aceptación mutua, contacto físico, cariño o admiración.
- Tiene dificultades de aceptar a alguien que usted necesita aprender a amar.
Venga a participar de la Terapia del Amor, este jueves.