Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal.” (Job 1:1) Job tenía cuatro cualidades que lo hacían diferente a las demás personas, él era “hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal” en aquella época no había la Palabra de Dios, así como hoy en día nosotros la tenemos. Ellos apenas creían en Dios, pero no tenían pruebas así como hoy en día nosotros podemos ver los milagros sucediendo en las personas que usan su fe, la Palabra de Dios que nos guía todos los días, sin embargo, aun teniendo todo eso hay personas que no son temerosas a Dios y que hacen la voluntad de ellos y no la de Dios.
Continuando con el versículo 2 del capítulo 1 la Biblia relata que Job eran un hombre próspero y reconocido por las personas: “Y le nacieron siete hijos y tres hijas. Su hacienda era siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes, quinientas asnas, y muchísimos criados; y era aquel varón más grande que todos los orientales.” A causa de su obediencia él era bendecido en todo lo que hacía, sin embargo, Job tuvo que pasar por un momento difícil donde su fe fue puesta en prueba.
“Un día vinieron a presentarse delante del Señor los hijos de Dios, entre los cuales vino también Satanás. Y dijo el Señor a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondiendo Satanás al Señor, dijo: De rodear la tierra y de andar por ella.” (Job 1:6-7)
Y la pregunta es: ¿será que satanás dejó de rodear la tierra en los días de hoy? La respuesta es no. En la época de Job él lo hacía por eso cuando se presentaron los hijos de Dios, en los días de hoy no es diferente por eso cuando usted viene a la iglesia siempre encuentra obstáculos y dificultades que hace que se retrase y llegue tarde y en algunos casos a veces ni logra venir.
Satanás no se preocupa por las personas que están perdidas y que hacen la voluntad de él, pues todas ellas ya son de él. Su mayor preocupación son con las personas que quieren un cambio de vida y hace de todo para que usted salga de la presencia de Dios.
Sólo hay una forma de ser protegidos para que satanás quede imposibilitado de tocar en su vida, y está es teniendo las características de Job siendo “hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal”.
Más adelante podemos ver en el capítulos 2 versículo 9 que a pesar de Job haber perdido todo lo que tenía, él nunca dejó de confiar en Dios. “Entonces su mujer le dijo: “¿Aún conservas tu integridad? Maldice a Dios y muérete.” Pero él le dijo: “Hablas como habla cualquier mujer necia. ¿Aceptaremos el bien de Dios pero no aceptaremos el mal?” En todo esto Job no pecó con sus labios.” (Job 2:9-10).
A pesar de las luchas que Job pasó dentro de su hogar, él no abandonó su fe y continuó firme con Dios porque sabía que Él era el único que podía curarlo y librarlo de aquel mal.
Hoy muchas son las personas que en vez de aferrase a Dios cuando están pasando por dificultades, ellas lo primero que hacen es desistir y piensan que con la fuerza de su brazo pueden resolver los problemas que se le han presentado, Job luchó y perseveró con Dios a pesar de los comentarios que su esposa le dijo para desistir. Job tenía muchísimos problemas, sin embargo, mantuvo su fe y visión. Dios honró a su siervo y él fue restaurado en la vida espiritual, material, y familiar.