“Y Moisés escribió todas las palabras del Señor. Levantándose muy de mañana, edificó un altar al pie del monte, con doce columnas por las doce tribus de Israel.” Éxodo 24.4
Cuando Dios da su Palabra a sus siervos, como le dio a Moisés, es para ser escrita en la tabla del corazón, es decir, guardada, obedecida en la fe inteligente y, así, seguir siendo el Altar del Altísimo Señor.