Quién ya no escuchó hablar de personas que tiene celos exagerado y ejercen control casi total de la persona amada? Ellas monitorean las acciones de quien aman todo el tiempo, son capaces de dejar el trabajo y todo a su alrededor, para mantener ese cuidado desmedido. Ellas “aman demasiado”, pero ese amor es perjudicial al extremo. Sin embargo , cuando se habla de ese asunto, se recuerda especialmente a las mujeres, pero no se trata de un problema que apunte solamente al público femenino.
Hombres y mujeres No importa si es hombre o mujer. Vivimos en una cultura en que las mujeres expresan más los sentimientos, por eso queda mucho más visible en ellas, pero el hombre también actúa con un celo excesivo, imponiendo situaciones en que la mujer es obligada a salir solamente con él o que dependa de él en todos los aspectos, sea afectivo o financiero.
Estado de dependencia Amar demasiado no es un disturbio o enfermedad, sino un estado de dependencia emocional. Vemos eso suceder frecuentemente entre las parejas, más ella también puede estar presente en la relación entre amigos, entre hermanos y entre padres e hijos. Lo que queda perceptible es que hay una cuestión de baja autoestima y que existe una gran dificultad de estar solo. Al sentirse sola, la persona tiene la sensación de que deja de existir, y la vida solamente tiene valor si quien es objeto de su amor, estuviera cerca todo el tiempo.
Celos excesivo La persona queda con un vacío insoportable. Amar, que debería ser algo placentero, proporcionar crecimiento y cambio positivos en el otro, acaba siendo un motivo de sufrimiento. La persona no sabe relacionarse de otra forma y, por el hecho de la vida tener valor solamente en la presencia del otro, ella pasa a ser controladora y de ahí surge el celo excesivo.
Sin espacio Ese tipo de relación es extremamente frustrante para quien ama demasiado, porque para ella, el ser amado no corresponde a sus expectativas. La persona que está con quien “ama demasiado”, tiene que hacer un esfuerzo muy grande para corresponder a lo que ella desea. Es como si tuviese que ser una extensión de la persona que ama demasiado. No hay espacio para la diferencia, para la comunicación y eso acaba acarreando el empobrecimiento de la relación.
Terapia Participe de la Terapia del Amor, palestra con foco en el éxito de la vida amorosa, que sucede en la Iglesia Universal de Av. de Las Américas 305, en el norte de Guayaquil. En los encuentros muchas parejas que participan perciben, cuanto tratar mal a su conjugue contribuye para los problemas que matan la relación, así también los solteros aprenden a vencer la ansiedad, a valorarse para escoger a la persona correcta.
Es posible escribir una nueva historia
Nunca me valoré, por eso aceptaba todo lo malo que sucedía en mi matrimonio, lo que me llevó a la separación.
Vivía atormentada imaginando las razones por las cuales había sido cambiada por otra mujer, entré en depresión, no conseguía dormir y me angustiaba, además comencé a sufrir con dolores de cabeza y sentía un peso en la espalda.
A raíz de todos esos problemas intenté suicidarme, en una ocasión en que me quedé sola en la casa de mis padres, sentía que no podía más.
Fue justamente en ese tiempo que recibí una invitación para ir a la Iglesia Universal, en las reuniones aprendí a manifestar mi fe y así fui sanada y liberada de todos los males que me llevaron a la infelicidad.
Después escuché hablar sobre el Espíritu Santo y todo lo que el representaba en la vida de una persona, entonces me di cuenta que había conquistado, por la fe muchas cosas, pero aún no había logrado lo más importante y me dije: “Yo necesito tener el Espíritu Santo, Él es lo que me hace falta”.
Llegó la Hoguera Santa y decidí dar mi vida a cambio de recibir el Espíritu Santo, porque Él es la vida de Dios dentro de nosotros. Cuando lo recibí fui inundada por una paz y alegría que nunca antes había experimentado, mi visión de las personas y las cosas cambió.
El Espíritu Santo se volvió mi guía, mi fuerza, Él sacó el pasado de mi corazón y me hizo ver que yo podía escribir una nueva historia para mí. Comencé a asistir a las reuniones de la Terapia del Amor, donde decidí prepararme para no volver a cometer lo errores, que ya una vez me llevaron al fracaso, aprendí a valorarme, a ser una buena madre, hija y cómo ser una buena esposa.
En otra Hoguera Santa decidí participar por mi vida sentimental, pues no quería volver a ser engañada por mi corazón y Dios no tardó en responderme, poco tiempo después conocí a quien actualmente es mi novio, un ser maravilloso, que me valora y respeta, con quien estamos prontos para casarnos.
El Espíritu Santo completó mi vida.
Participe de las próximas charla de la Terapia del Amor en Avenida de Las Américas 305. Así podrá dejar atrás el pasado. Todos los jueves a las 7H, 10H, 15H y especialmente 19H.