El amor no puede florecer en un ambiente de control. Pocas cosas estresan más a una relación que los intentos de un miembro de la pareja de controlar al otro.
El amor debe ser dado y demostrado libremente, no por presión. Si es hecho por presión, no es por elección propia, por lo tanto no es amor.
Solo cuando hay libertad podemos dar y recibir amor. Cuando soy libre para tener a otras personas pero elijo a una única, ella sabe a quién pertenece mi amor.
El amor y el control no combinan. Amar es limitar mi libertad por elección propia, por el bien de quien amo.
Si usted intenta controlar a su pareja, desista. Deje en claro cuáles son sus límites, y cuáles son las consecuencias si no son respetados, pero no intente hacerlo cumplir sus deseos a la fuerza. Es como el límite de velocidad en las calles. Existe, pero quien no quiere respetarlo es libre de hacerlo – bajo las penalidades de la ley. Solo deje claro cuáles son los límites y las penalidades… Y ejecútelas.
Si su pareja intenta controlarlo, probablemente él o ella tiene problemas de inseguridad. Trate de ayudar reforzando su amor y sus sentimientos a través de palabras y actitudes. Entonces usted podrá ser firme y resistir cuando vengan los intentos de control.