Son innumerables las dificultades que las parejas han enfrentado para mantener una unión fortalecida y libre de desgastes. La falta de tiempo, de dinero e incluso la divergencia de ideas, que antiguamente eran fácilmente ajustadas, cobraron fuerza con los problemas y han contribuido rápidamente para el fin de la relación.
Muchos no logran enfocarse en los problemas y creen que el error está sólo en las actitudes de su pareja.
Así la relación se debilita y queda susceptible a lo que no es bueno; y sin intentar esforzarse o ceder, muchos prefieren separarse y de esta manera terminan huyendo de los problemas que tienen en la relación.
Para mantener la relación saludable y libre de intervenciones negativas, es necesario primero identificar el problema y luego buscar la forma de combatirlo. Ya sea por medio de una conversación, actitudes o cualquier otra acción acordada en común.
Si el problema entra en medio de la pareja y los divide, la relación no seguirá adelante.
El obispo Renato Cardoso dijo “No acepte que nada ni nadie los divida. Su cónyuge no es el enemigo, el enemigo es el problema (situación)”.
Por eso en vez de convertirse en rivales y vivir una verdadera guerra dentro de casa, únanse contra el problema, sean dos contra uno.
La decepción amorosa me llevó a pensar que la muerte era la única solución
Mi vida estaba destruida a causa de los problemas que padecía. Pensé que si tenía a alguien a mi lado iba a ser feliz, sin embargo, no fue así luego de casarnos comenzamos a tener serios problemas. Peleábamos y discutíamos por todo.
Después de tener a nuestro primer hijo la relación se enfrió, comencé a pensar en quitarme la vida. Era una persona perturbada y no tenía esperanzas de que los problemas cesaran. Fue de esa manera que llegué a la Iglesia Universal, donde vi que podía restaurar mi vida por completo y decidí obedecer y colocar mi fe en práctica.
En cada reunión de la Terapia del Amor aprendí a curar primero las heridas que habían en mi interior, para poder cambiar por completo, gracias a Dios hoy, a pesar de estar sola, no dependo de terceros para ser feliz solamente de Dios, gracias a Él las actitudes de mis hijos cambiaron por completo y soy muy feliz. Sra. María A.
¿Está atravesando algún problema en su vida sentimental? ¿Quiere fortalecer su relación? Participe de la Terapia del Amor, que se realiza todos los jueves, a las 7h, 10h, 15h y 19h, en el Templo de la Fe, Av. de las Américas 305, norte de Guayaquil.