Su vida no está en el nivel que le gustaría? Sepa cuál es el principal motivo
¿Tiene la sensación de que ya debería haber alcanzado sus proyectos, sueños e ideas? ¿Percibe que por el tiempo recorrido, muchas cosas buenas ya deberían haber sucedido en su vida, pero permanece en el mismo lugar?
Todo atraso en su vida es consecuencia de los errores cometidos. Sus actitudes son la semilla plantada y si planta un error, el fruto será malo. Pero si planta una actitud buena, el fruto es positivo. Muchos podrían haber avanzado en la vida, pero están atrás, porque continúan insistiendo en los errores.
Hay formas de evitar cometer errores. Uno de los secretos para dejar de plantar errores es pensar antes de actuar. Por otro lado, analícese, vea donde está errando, proyéctese y, principalmente, no vuelva a errar más en aquel mismo punto.
Aprenda con sus errores
Obviamente, es inevitable errar. Pero, para evitar grandes atrasos en su vida y sacar buenas lecciones, hasta de las experiencias malas, es necesario aprender con ellas.
Aprenda con su error y, de la misma forma, aprenda con el error de los demás. Muchas personas erran y permanecen en los mismos errores y, por eso se hunden cada vez más. Mejor aprenda antes, para evitar errores después.
Participe este y todos los Lunes del Congreso para el Progreso, donde aprenderá las pautas que le llevarán a alcanzar el éxito financiero a través de la fe.
“Un día descubrí lo que debía hacer para prosperar”.
“En búsqueda de una solución para todos mis problemas, me involucré en la brujería pensando que eso iba a cambiar mi historia, pero sólo conseguí empeorar las cosas.
Me refugié en el alcohol y en las drogas. Mi esposo me era infiel y vivíamos en la miseria. Al ver que nada funcionaba, planifiqué mi muerte. Un día una amiga me invitó a participar en una reunión en la Iglesia Universal.
Con Dios logré liberarme de la depresión, vencí los deseos de suicidio, mi matrimonio fue restaurado y mi vida nanciera creció a través de mi pacto con Dios. Perseverando a través de la fe conquistamos nuestro negocio, así como autos y otros bienes. En el Congreso para el Progreso, aprendimos a depender de Dios y no de las circunstancias”.