Quiere decir que el Señor haría bien a todos los que hiciesen bien a Abraham.
De la misma forma como las personas lo conside¬rasen, también serían consideradas por Dios.
Y quien teme al Señor solamente quiere el bien de aquellos que son Sus, porque sabe que será bendecido también.
Mas cuando no hay temor en el corazón para con Dios, tampoco las personas temen levantar falso testimonio contra aquellos que son de Dios.
Y no son pocos los enfermos y fracasados dentro de la Iglesia justamente por ser injustos con los justos.