Posiblemente, ha deseado una vida próspera, pero no la ha alcanzado, esta puede ser su oportunidad para probarle a Dios su fidelidad y que Él le abra las puertas de la abundancia en todos los sentidos.
«Tomaron también a Lot, hijo del hermano de Abram, que moraba en Sodoma, y sus bienes, y se fueron. […] Oyó Abram que su pariente estaba prisionero, y armó a sus criados, los nacidos en su casa, trescientos dieciocho, y los siguió hasta Dan.» (Génesis 14:12 y 14)
El objetivo de Abram no era un beneficio personal, y sí recuperar todo aquello de lo que había sido despojado. Por eso, tuvo el cuidado de separar a estos hombres, que tenían la misma fe y el mismo espíritu que él. Y fue tras sus enemigos. «Y recobró todos los bienes, y también a Lot su pariente y sus bienes, y a las mujeres y demás gente. […] Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino; y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo.» (Génesis 14:16-20)
Cuando existe este reconocimiento, la conciencia de dar las primicias al Dios Altísimo y serle fiel, este es el secreto para una vida próspera.
“PERDÍ TODO POR EL JUEGO DE AZAR”
Tenía mi propio negocio, pero adquirí una deuda muy grande y perdí todo por causa del vicio, gastaba mi dinero en partidas de juegos de azar, lo que perjudicó mi vida profesional y también mi familia. Además me diagnosticaron cáncer de mama y tenían que extirparmelas pues no tenía cura.
Fue entonces que conocí la Iglesia Universal y aprendí día a día a ejercitar la fe, a través de mi fidelidad en las primicias y votos con Dios, fui curada del cáncer, ya no soy más esclava de los juegos y pude pagar mis deudas, pues el Señor Jesús restauró mi vida económica, pero mi mayor victoria fue haber recibido el Espíritu Santo, pues Él es Quien me da la verdadera paz.
•• Sra. María Da Cruz