Yo tuve durante varios años una antipatía a las Matemáticas. Eso comenzó después de un cambio brusco de hábitat, después que todo lo que consideraba seguro y conocido desapareció de repente.
De una pequeña ciudad del interior con menos de 10 mil habitantes para una capital de más de 1 millón. Del colegio “Pinguinho de Gente”, donde recibía toda atención y cariño de la “profesora”, para un enorme franqueo de un colegio donde yo era sólo un número.
Primero las Matemáticas, más tarde fue Química… y claro que algunos tienen más aptitudes para ciencias, otros para letras, pero en mi caso yo estaba bloqueaba completamente. Y delante de la dificultad, había un rechazo, no solamente por las materias, sino también por la figura del profesor, y consecuentemente los resultados eran pésimos, y ya imaginan lo que yo tenía que enfrentar cuando recibía las notas.
Saliendo del planeta escuela, y entrando en su casa (con permiso…) donde usted es la “profesora” de las muchas disciplinas de la vida, y es la misma cara que los hijos ven todos los días, durante muchos años, y generalmente repitiendo la misma cosa, la misma lección, ¿qué sucede generalmente cuando ellos tienen dificultad en asimilar algo que estamos intentando a toda costa que lo hagan, que obedezcan o que cambien?
Desobediencia, agotamiento, frustración, odio.
Yo no me acuerdo de todo lo que aprendí en mis varios años de escuela. Había días en los que yo estaba con sueño, otros que no tenía nada de ganas de prestar atención, y me quedaba cambiando cromos en el fondo de la sala.
Hoy yo hago uso de lo que se quedó grabado, no sólo de lo que estudié para el día del examen, también de lo que guardé como algo valioso, y coloqué en práctica en el momento que necesité (como ahora mismo, escribiendo este texto).
Y claro, existen aquellos profesores a los que nunca olvidamos, que hacían que el sueño que teníamos se esfumara, que esperábamos ansiosamente por la hora de la clase de ellos, porque eran especiales, interesantes, actualizados, atentos, pacientes…Entonces madre, quién sabe, tal vez cambiando el método de enseñanza las notas mejoren.
Ps. “Yo he procurado aprender a enseñar, y ser mejor profesora.”