(…) Al amar y ser amados, podemos honrar a Dios, viviendo una relación que refleje Su amor y Su gracia…
hacia la búsqueda de un compañero/a de vida debe ser guiado por principios de fe, confianza en el plan de Dios y compromiso con Su Palabra.
En nuestra búsqueda de compañía y amor, encontrar a «la persona ideal», a menudo se convierte en un punto crucial en nuestra vida. Sin embargo el viaje
«El amor es paciente, es bondadoso… No envidia, no se jacta, no es orgulloso… Siempre protege, siempre confía, siempre espera, siempre persevera». 1 Corintios 13:4-7
Este pasaje ofrece un «plan» para el amor como Dios lo pretendió, encarnando la paciencia, la bondad, la humildad y la perseverancia. Al buscar «la persona ideal», estas virtudes deben ser evidentes en su carácter.
Encontrar a «la persona ideal» no es simplemente descubrir a la persona perfecta, sino, construir una relación que honre a Dios. Se trata de crear una relación basada en el amor, el respeto y el compromiso con las enseñanzas de Dios. Se trata de encontrar a alguien que ayude a nuestro crecimiento espiritual, apoye nuestro viaje de fe y comparta la visión de una vida centrada en Dios.
De esta manera, al amar y ser amados, podemos honrar a Dios, viviendo una relación que refleje Su amor y Su gracia en cada aspecto de nuestra vida en común.
Por eso, todos los jueves en la Iglesia Universal, hay una reunión para aquellos que quieren encontrar a «la persona ideal» para su vida. Cuando uno deposita su vida en las Manos de Dios, Él nunca fallará en cumplir con Sus Promesas y bendiciones.
“Pensaba que nunca iba lograr encontrar el amor”
En mi niñez fui abusada sexualmente, esto me trajo malos pensamientos como deseos de suicidio, depresión, me sentía sola, pensaba que no tenía valor y me sentía fea.
El tiempo pasó y esto provocó que llegara a pensar que todos los hombres eran iguales, incluso de que nunca iba a lograr encontrar a alguien que me aceptara y que me amara.
No soportaba más el dolor que estaba sientiendo y por eso llegué a la conclusión que era mejor terminar con mi vida, por lo que intenté suicedarme en dos ocasiones: tomando pastillas y cortándome. No sabía que más hacer y al no ver una salida.
Así me encontraba cuando me invitaron a participar en la
“Desde el momento que recibí el Espíritu Santo encontré la verdadera felicidad que siempre estuve buscando tener en mi interior”
Iglesia Universal. Perseverando en las reuniones, descubrí que a través de la fe, cualquier problema puede ser resuelto. Así fue como descubrí el secreto para ser feliz y eso fue a través del bautismo con el Espíritu Santo.
Hoy, estoy libre de todos esos pensamientos suicidas, vacío, tristeza, soledad, de los traumas y de la culpa que cargaba.
Tiempo después luché por mi vida sentimental y así fue como encontré el amor de mi vida. Hoy veo en mi matrimonio el poder de Dios en mi vida.
Etelvina Milena Zapata