«Suyo es el mar, pues Él lo hizo, y sus manos formaron la tierra firme. Venid, adoremos y postrémonos; doblemos la rodilla ante el Señor nuestro Hacedor.» (salmos 95:
«En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que vela sobre los hijos de tu pueblo. Será un tiempo de angustia cual nunca hubo
«Al pobre librará de su pobreza, y en la aflicción despertará su oído. Asimismo, te apartará de la boca de la angustia a lugar espacioso,
«En mi angustia invoqué al Señor, sí, clamé a mi Dios; desde su templo oyó mi voz, y mi clamor llegó a sus oídos.» (2 Samuel
«¡Cuán bienaventurados son los que guardan sus testimonios, y con todo el corazón le buscan! No cometen iniquidad, sino que andan en sus caminos.» (Salmos 119:2-3).
«Por tanto, no refrenaré mi boca, hablaré en la angustia de mi espíritu, me quejaré en la amargura de mi alma.» (Job 7:11) Todos los que
«… pues en medio de una gran prueba de aflicción, abundó su gozo, y su profunda pobreza sobreabundó en la riqueza de su liberalidad.» (2 Corintios
«Pero desde allí buscarás al Señor tu Dios, y lo hallarás si lo buscas con todo tu corazón y con toda tu alma. En los
«Y de igual manera, estos en que se sembró la semilla en pedregales son los que al oír la palabra enseguida la reciben con gozo;
«Porque los hombres serán amadores de sí mismos, avaros, jactanciosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, irreverentes, sin amor, implacables, calumniadores, desenfrenados, salvajes, aborrecedores
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