Nadie imagina que ha sufrido un lavado de cerebro, por lo contrario, imaginamos que eso solo sucede en sectas. No obstante, cuanto más Renato y yo trabajamos para aconsejar a parejas y solteros, más identificamos a personas que les han lavado la cabeza en la infancia, adolescencia e, incluso, en la vida adulta. Y lo peor, ¡ni siquiera lo imaginan!
Observa si te identificas con algunos de los relatos de abajo:
- Desde que has escuchado a alguien muy cercano criticarte de forma brutal, sea acerca de tu apariencia o tu forma de ser, te has visto así: te ves fea, sin gracia, desgarbada, complicada, floja, flacucha, bobona, narigona, esquelética, Olivia, tímida, burra, etc.
- Alguien te dijo que nunca serías nada en la vida, que nunca serías feliz con nadie, que has nacido para sufrir, que no tienes el perfil de una persona exitosa, que te pareces a fulano y nunca vas a ser alguien en esta vida.
- Cuando miras la televisión o lees una revista de moda, al ver que tu realidad es otra, te sientes inferior, incapaz, disminuida, y cuanto más te comparas, más crees que tu futuro no tiene mucho que proponerte, y que debes acostumbrarte con el presente.
- Ya te has decepcionado tanto en relaciones amorosas que te has transformado en una mujer cínica, indiferente al amor, amargada, malhumorada, triste y deprimida.
- La única forma de sentirte un poco feliz contigo misma es trabajado o bebiendo con los amigos.
- Tu corazón solo sirve para que lo rompan. Tienes miedo de intentar ser feliz al lado de alguien.
Siento mucho decirte que si has respondido sí a uno de estos relatos, entonces ya sufriste un lavado de cerebro.
El hecho es que nada de lo que relaté arriba es verdad, a no ser que la persona lo crea y por eso se condicione.
Un ejemplo:
Si crees que eres fea, entonces vas a vivir como si lo fueras. Vas a dejar de arreglarte, de cuidarte, eximirás las oportunidades, te sentirás inferior a quien a tus ojos es bonita, vas a aceptar cualquier coqueteo porque creerás que es un milagro que alguien se interese en ti, vas a odiar cualquier tema sobre la belleza (ya que crees no tenerla), odiarás a quien es bonita, la envidiarás, la vas a criticar, harás fuerza para que ella se haga fea como tú.
Ahora, ¿imagina si comienzas a cuestionar todo lo que siempre has creído sobre ti misma? ¿Imagina si vas contra todo lo que siempre has escuchado acerca de ti? ¿Imagina si comienzas a mirarte de una forma diferente a partir de hoy? Que eres bonita. Que tienes derecho a arreglarte, a cuidarte, de embellecerte. Que la belleza no es un asunto sin importancia y sí un tema relevante para ti también. Que tienes los mismos derechos que todas las demás mujeres bonitas por ahí.
Amigas, yo también fui víctima de este lavado de cabeza. Ustedes que me siguen en mis libros ya leyeron al respecto. Puedo decir con toda propiedad que, el día en que dejes de aceptar lo que te has condicionado a ser por toda tu vida, será el día en que te transformarás en la mujer que tanto has soñado ser.