Reconozca la situación.
Definir si usted tiene o no control sobre una situación que le causa irritabilidad, es el primer paso. No es posible tener control sobre el comportamiento del otro. A partir de ahí, el profesional debe decidir si va a convivir con la situación o huir de ella. Si hay mucho descontento la alternativa puede ser cambiar de área o buscar una nueva oportunidad laboral en otra empresa. Si sus valores y sueños no coinciden con los de su empleador, lo mejor es buscar un nuevo empleo.
No sea impulsivo ni esté a la defensiva.
El profesional necesita identificar los síntomas del estrés. Cuando aparezcan hay que adoptar un comportamiento racional. En muchos casos el profesional incorpora una conducta defensiva por sus dificultades en manejar el estrés, pero a veces una charla con el jefe puede ser suficiente para solucionar el problema.
Controle el tiempo.
Es necesario hacer una pausa durante la jornada. Cada 2 horas tómese un recreo de 5 minutos. Hágase un café, hable de sus actividades del fin de semana. El profesional también debe planificar su día de trabajo y considerar imprevistos. Si surgen reorganice sus tareas.
Cuídese.
Los profesionales que adoptan un estilo de vida saludable se recomponen de situaciones estresantes más rápidamente. Duerma bien, aliméntese saludablemente y haga actividades físicas.
Trabaje por estímulo.
Aunque su actividad profesional no provoque el placer anhelado, comprenda que, a veces, es necesario pasar por etapas indeseadas para alcanzar metas y objetivos.
De desempleada a dueña de salón de belleza
Cuando llegué al Congreso para el Progreso, conquisté un salón de belleza. Pero con el paso del tiempo, me relajé en la fe y dejé de ser fiel a Dios en mis diezmos y en mis votos, llegando incluso a no cumplir con lo que le prometí a Él. Debido a mi infidelidad perdí todo, el negocio, la casa, en fin, ¡me quedé sin nada! ¡Mi vida se fue al piso!. Entonces fui a vivir de favor a casa de una amiga, durante tres años, porque no tenía a donde ir.
Cuando, finalmente, percibí que estaba robando a Dios, caí en el fondo del pozo, porque fue muy difícil perdonarme a mí misma, incluso estuve cuatro meses alejada de la Iglesia, porque ni siquiera tenía fuerzas para conseguir venir.
Pero desde el momento en que reconocí que estaba equivocada, me arrepentí y pasé a obedecer a Dios, Él comenzó a trabajar en mi interior y en mi vida. Nací verdaderamente de Dios y comencé a caminar en la fe. ¡Él ha estado conmigo siempre, desde ese momento y en todas mis conquistas!
De desempleada pasé a trabajar como empleada en una peluquería, luego conquisté un primer salón de belleza, después el segundo y ahora ya tengo dos más. No tengo sociedades con nadie, mi socio es Dios. Sra. Alcina Pinto
¿Las puertas en su vida económica están cerradas, ya ha intentado de todo y está cansado de vivir en la miseria?, participe este lunes del Congreso para el Progreso y pase por las Puertas, porque las Puertas que Dios abre, nadie las puede cerrar. En la Av. de Las Américas 305, a las 7H, 10H, 12H, 15H, 19H.