El Texto Sagrado dice: “Mi Dios envió Su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen daño, porque ante Él fui hallado inocente…” Daniel 6:22.
Usted conoce la historia de Daniel que, a causa de un complot de sus amigos, fue arrojado injustamente a la cueva de los leones. En ese pasaje, él está dando testimonio al decir: “Mi Dios envió Su ángel, el cual cerró la boca de los leones…”. Es decir, Dios no impidió que Daniel fuera arrojado a la cueva de los leones, pero, allí adentro, Él cerró la boca de los animales.
Dios no impide que usted pase por tribulaciones, Él lo libra. Sin embargo, por su propio bien, es necesario que pase por ellas. Por eso, aprenda a usar sus tribulaciones como un testimonio y no se desespere. Observe su problema, cuanto más difícil, grave y serio sea, más grande será su testimonio allí adelante.
Si usted está pasando por una gran tribulación, no se desespere, al contrario, alégrese, porque será para la gloria de Dios en el futuro. Daniel fue arrojado a la cueva, pero, adentro de ella, Dios amordazó la boca de los leones y él no sufrió ni un rasguño: “… el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen daño, porque ante Él fui hallado inocente”. Daniel era inocente delante de Dios, vivía una vida recta, limpia, que es algo que usted necesita hacer.
Si usted vive una vida justa, apartada del error, del mal y del pecado, podrá contar con los ángeles de Dios para librarlo de la boca de los leones, así como Daniel, que era temeroso a Él.
Daniel no era perfecto, sin embargo, obedecía la Palabra de Dios. Usted quiere que Dios lo libre de todo mal, pero, cuando sale de Su Casa, practica lo malo, vive en la mentira, en la prostitución, en el adulterio, guarda rencor y hace todo lo contrario a lo que Dios ordena. ¿Cómo quiere que Dios lo defienda?
La defensa de Daniel no fue solo a causa de su fe, el Texto Sagrado dice que él fue librado porque era inocente.
La Biblia muestra que debemos lavar nuestras manos en la inocencia, es decir, el diablo no puede acusarlo de nada, porque usted tiene una vida libre, la conciencia limpia y basada en la Palabra de Dios.