Tal Vez todos los días repite para sí mismo frases como: “Yo puedo superar esta fase negativa, Yo puedo soportar un día más sin hablar con alguien sobre lo que siento” o “Yo soy importante para mi familia y amigos, no voy a hacer una locura de esas con mi vida”.
Usted dice estas y otras afirmaciones repetitivamente para convencerse de que todo estará bien y que todo cambiará con el tiempo. Pero en lo más profundo de su ser hay tantas inseguridades por causa del miedo, la tristeza y la culpa, que aunque quiera mantenerse positiva al máximo, nada de eso es capaz de sacar las marcas destructivas de la depresión.
Intenté matar a mi ESPOSO
Sufrí con depresión por 5 años, tomaba antidepresivos para estar bien, pero nada daba resultados, pasaba noches enteras, despierta, los dolores de cabeza eran contantes, sumado a eso sufría con problemas intestinales, estos llegaban al punto de impedirme salir de casa.
Todo empeoró, ya que, a la tristeza y angustia se le sumó los problemas en mi matrimonio, las discusiones eran constantes, esa situación se daba más cuando yo estaba fuera de control, ya que tenía actitudes violentas. Llegue al punto de intentar matar a mi esposo, la rabia me daba la fuerza para levantar muebles y lanzar todo tipo de objetos en contra de él. Buscando una solución para mi estado, me llevaron a psicólogos y psiquiatras y nada resolvía mi problema, mi familia pensó que tenía algún mal espiritual y hasta me llevaron a brujos, hice rituales y todo lo que ellos pedían, pero en lugar de mejorar, todo empeoró.
Transformada.- Una noche que no podía dormir, prendí la TV y vi el programa de la Iglesia, la persona que estaba dando su testimonio tenía un problema igual al mío, entonces pensé si ella pudo cambiar de vida, yo también lo puedo hacer. Fui a la Iglesia, participé de las reuniones de liberación por mi fe, fui liberada de todos los males, hoy tengo una vida transformada y feliz.
•• Zélia Duarte