Cuando Abraham rescató su sobrino Lot, regresando victorioso con el botín de guerra, rápidamente atribuyó la gloria a Dios. Abraham demostró esto con su fidelidad:
«Entonces Melquisedec, rey de Salem, sacó pan y vino; él era sacerdote del Dios Altísimo. Y lo bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador del cielo y de la tierra; y bendito sea el Dios Altísimo que entregó a tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram el diezmo de todo» (Génesis 14:18-19).
Por lo tanto, debe tener la mentalidad del Poseedor. No dependa de las personas y vaya atrás de lo que viene de Dios.
La bendición del Poseedor
Es por eso que en todas las Iglesias Universal se llevará a cabo el Domingo del Poseedor, durante todo el mes de noviembre.
Cuando Dios sacó al pueblo de Egipto, en donde ellos eran esclavos, dijo que los llevaría a una tierra buena, donde emanaba leche y miel. Es decir, Dios sacó al pueblo de la esclavitud, de la vida de enriquecer a los demás, y los colocó en su propia tierra. Él hizo de Israel un pueblo fuerte, rico y poderoso, ¿por qué? Es la bendición que Dios le dejó a Abraham y se la transmitió a sus descendientes, por la fe, para tomar posesión de lo que nunca tuvieron y para rescatar lo que fue perdido. Esta es la bendición del Poseedor.
Por lo tanto, si desea tener esa mentalidad, participe. Rescate lo que perdió y/o conquiste lo que nunca tuvo por medio de su fe.
Participe el domingo 1 de noviembre, a las 6h, 7h, 8h30, 10h, 12h, 15h y 17h30 en el Templo de la fe: Av. de Las Américas 305 al Norte de Guayaquil,
y en todas las Iglesias Universal del país.