Deudas, pagos atrasados, gastos inesperados e imprevistos financieros son situaciones vividas diariamente. Muchos tienen un salario compatible con el padrón de vida que llevan, pero parece que eso no es suficiente, ya que el dinero no les rinde.
Por este motivo le echan la culpa a las empresas y al alto precio de los productos; puede que esos aspectos sean verdaderos, pero ¿por qué algunas personas prosperan y otras no? El secreto de la organización nanciera está en la fidelidad a Dios y Le somos fieles cuando devolvemos las primicias, esta devolución es una señal que demuestra que Él es lo primero en nuestras vidas.
Quien es el, recoge solamente bendiciones y Dios arma esto en Malaquías 3:10:
“Traed todo el diezmo al alfolí, para que haya alimento en mi casa; y ponedme ahora a prueba en esto —dice el Señor de los ejércitos— si no os abriré las ventanas del cielo, y derramaré para vosotros bendición hasta que sobreabunde”.
Un claro ejemplo fue Abraham, él empezó a ser el a Dios y Él lo bendijo en todo. Dios quiere también bendecirlo a usted, sólo debe ser él y devolver sus primicias a la casa de Dios.
Antes vivía en la calle, comía lo que encontraba en la basura, tenía problemas con las drogas y hasta fui detenido por involucrarme en un asalto. Cansado de tanto sufrimiento decidí participar en las reuniones de la Iglesia Universal, allí entregué mi vida en las manos de Dios.
Él me dio la visión para prosperar, mi FIDELIDAD a Dios me llevó a conquistar mi propio negocio, una casa, varios carros y una empresa; todo lo que tengo es gracias a mi Alianza con Dios.
•• Sr. Alan Pontes