¿Cómo avanzar para vencer en la vida? ¿Cómo alcanzar las bendiciones de Dios?
Lamentablemente, muchas personas permanecen por mucho tiempo en la iglesia sin ver la grandeza del Altísimo. Son buenas personas que están distantes del pecado, honestas e íntegras, pero que no logran alcanzar los proyectos personales que anhelan para sus vidas.
Hay personas que desistieron de sus propios sueños o viven un día después de otro, viven acomodados, cómodos porque es más seguro. Osar es un desafío, porque la persona empuja los límites, va más allá, sale de la zona de comodidad, y no siempre el éxito está asegurado. Sin embargo, nadie pierde cuando asume una postura de osadía, porque siempre hay un desarrollo.
Hay algunas ventajas en la rutina, porque hace la vida más práctica. Sin embargo, si una persona asume siempre el mismo camino, las mismas actitudes, los resultados siempre serán iguales. Nada cambiará.
Si usted quiere una vida diferente mañana, tiene que cambiar su rutina. Peor es que usted se quede en la zona de confort diciendo ‘y si esto, y si aquello’. Ahí usted no aprende nada. Entonces, otro va delante de usted, lo hace, y usted va a tener que aplaudirlo. No hay pérdidas cuando se es osado. Pierda el miedo a fallar, a equivocarse, porque es sólo allí que está el progreso.
Por eso, si usted quiere alcanzar las bendiciones de Dios para su vida, pregúntese a sí mismo: ¿Dónde no estoy viendo el crecimiento en mi vida? ¿En dónde mi vida está estancada? A partir de ese examen, tome la actitud necesaria para salir de la zona de comodidad y actuar con osadía.
Osar es un desafío, porque la persona empuja los límites, va más allá, sale de la zona de comodidad, y no siempre el éxito está asegurado.
No tenía perspectiva de vida y me sentía vacío
“Cuando era joven me veía sin la menor perspectiva de vivir un futuro próspero. Comencé a salir con amigos de fiesta en fiesta, como consecuencia de esa vida loca que llevaba, mi situación financiera se volvió inestable e insolvente.
Trabajé en una empresa por varios años, pero no se desarrollaba, vivía con deudas y no veía la posibilidad de crecimiento. Llevaba una vida limitada, no sabía lidiar con el fracaso y el vacío interior,esto hizo que me involucrara con el alcohol.
Una mañana al despertar no podía mover mis piernas, los médicos hicieron varios exámenes y no encontraron ningún problema relacionado a algún tipo de parálisis. Sin poder encontrar solución para mi situación y postrado en una silla de ruedas, acepté participar de las reuniones de la Iglesia universal. Aquí aprendí a usar mi fe, mi economía y salud fueron transformadas. Mis pensamientos comenzaron a cambiar, dejé de aceptar la vida limitada que tenía y mi situación fue mejorando.
Obtuve la visión para poder entrar en el mercado inmobiliario y pasé a hacer buenos negocios, me convertí en director comercial de una gran empresa del sector. He tenido mucho éxito en todo lo que hago, ¡gracias a Dios!”.
Si usted quiere una vida diferente mañana, tiene que cambiar su rutina. Participe este lunes del Congreso para el Progreso en la Av. de Las Américas 305, norte de Guayaquil, a las 7H, 10H, 12H, 15H y especialmente 19H.