Me diagnosticaron principio de cáncer, esa noticia me llevó a pensar en la muerte. Por ocho años busqué la cura en tratamientos y medicinas, pero no veía ninguna mejoría, además tenía problemas en mi hogar, odiaba a mi esposo; no conseguía dormir por las noches, me sentía angustiada y tenía un temperamento muy fuerte.
Recibí una invitación para participar los domingos en la Reunión de Fe y Milagros, donde aprendí a usar mi fe; bebí el Agua Bendita y poco tiempo después me realicé nuevos exámenes, así constaté que estaba totalmente curada, además, mi carácter cambió al igual que el de mi esposo. Hoy disfruto de salud y de una familia restaurada.
••• Shirley De La Cru.