Cuando el avión empieza a caer, hasta el ateo grita: “¡Dios mío!”. Con esto quiero decir que la necesidad es la madre de la invención y de la fe. Ella provoca la fe en las personas porque, cuando estamos entre la espada y la pared, tenemos que encontrar una salida. Actualmente, la situación es caótica y preocupante. Las personas no consiguen trabajo. El que quiere trabajar, no puede hacerlo. El que quiere ofrecer empleo, no puede. El que quiere abrir sus puertas, tampoco. Los ingresos de las personas se están secando y el Gobierno intenta resolver la situación de la pandemia. Si usted está allí, pensando en qué hacer con su vida, en lugar de desesperarse, aproveche las circunstancias difíciles para estimular la fe y la creatividad.
Cuando estamos buscando una salida, el Espíritu nos da una dirección y nos muestra un camino que nosotros no habíamos pensado. Si usted deja que la desesperación se apodere de su vida, si se entrega al problema, “todo se vendrá abajo”. Sin embargo, si usted tiene la disposición de darse cuenta de que la situación difícil es una oportunidad, Dios le mostrará no solo uno, sino muchos caminos.
El pueblo estaba allí, frente al Mar Rojo. Moisés estaba liderando a los israelitas que habían acabado de salir de Egipto. Había montañas a la izquierda, montañas a la derecha y no había un lugar por dónde huir. Moisés exclamó: “Señor, ¿qué haré?”. Y Dios dijo: “¿Qué tienes en tu mano?”. ¿Por qué Dios hizo esa pregunta? En la mano de Moisés estaba la vara que él había usado más de diez veces para provocar maravillas. La pregunta fue una manera de hacerle recordar a Moisés todo lo que Dios ya había hecho por él. Dios le dijo: “Dile al pueblo que marche”. Esta es la palabra que Dios le está diciendo a usted: levántese, tome su vara fiel, vaya hacia delante y crea en Aquel que está con usted. Dios le dará la dirección, pero no se quede sentado esperando que Él descienda del Cielo. Usted aprovechará la situación y despertará su creatividad para vencer las restricciones y aprender a ganar dinero sin hacer nada ilegal ni que comprometa su integridad. Moisés estaba sosteniendo la vara todo el tiempo, pero no se dio cuenta de que la solución estaba en sus manos. Marche, amigo mío, el mar se abrirá