Vivir en las calles, es una lucha diaria contra la violencia, el miedo, el hambre, entre otras adversidades que se padece, sólo quien ya vivió en esta situación, sabe lo difícil que es salir de ella.
Cuando las fuerzas faltan, Dios muestra Su cuidado por los que sufren a través de los Ángeles de la Noche, que son enviados para socorrer al necesitado.
Es por eso que sin medir distancia o condiciones climáticas, los voluntarios se dirigieron al sector de la entrada de la 8, al norte de Guayaquil; junto con el alimento físico, llevaron un mensaje de fe; dándoles a conocer que con Dios, serán capaces de superar cualquier obstáculo.