Las personas se preocupan por armarse (garantizarse) con varias cosas… posición, bienes, títulos, etc.
Sin embargo, el Señor Espíritu Santo nos envió a armarnos con una única arma-pensamiento:
“Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado, para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios” 1 Pedro 4:1-2
Nos resta poco tiempo, y a nuestra vida en la carne también, por eso debemos:
– Estar armados en nuestra mente, pensando en las cosas de allá Arriba;
– Vigilar nuestros pensamientos;
– Estar preparados para padecer por Jesús;
– Invertir todo en el Bautismo con el Espíritu Santo;
– Estar atentos;
– y guardar la Salvación hasta el fin.
¡Nos vemos en la IURD o en las Nubes!