«Dijo Jesús a sus discípulos: Imposible es que no vengan tropiezos…» (Lucas 17:1).
Al respecto, el obispo Renato Cardoso explica que la palabra «tropiezos» hace una gran referencia al terreno de Israel, que es seco y pedregoso. Por eso, es muy fácil tropezar con alguna piedra del camino.
Piedras espirituales
El obispo agregó que, en su experiencia, durante la subida al Monte Sinaí (que está en Egipto, pero tiene un terreno parecido), era necesario mirar hacia adelante, no obstante, sin perder la vista en el suelo que pisaba. Porque podría haber una piedra. Y una pisada en falso ocasionaría una torcedura en el pie.
«Los que escuchaban al Señor Jesús entendían este mensaje mucho mejor que nosotros, porque sabían que caminar en Israel involucraba mirar el suelo para ver si no tropezaban con alguna piedra. Así es la caminata de la fe, está llena de tropiezos. Especialmente para los que quieren seguir el Camino Estrecho, que es Jesús. Los tropiezos espirituales son aquellas cosas que vienen para afectar nuestro equilibrio en la fe», explicó.
Huye de los tropiezos espirituales
Un ejemplo sería cuando una amistad, aunque sea muy querida, interfiere en tu comunión con Dios. Hay hombres que en lugar de aprovechar el tiempo con la familia, prefieren quedarse con los amigos. Asimismo, hay mujeres que tienen amigas con ideas que se oponen a las de la fe.
Por eso, es extremadamente importante huir de los tropiezos espirituales. Sin embargo, hay muchos otros tipos de tropiezos y algunos de ellos son muy sutiles. Incluso, dentro de la Iglesia. Por lo tanto, no te escandalices por el mal testimonio de las personas, no dejes que eso perjudique tu fe.
«No lo olvide: usted no debe estar mirando ni a la derecha ni a la izquierda. Nuestra mirada tiene que ser para Jesús, porque Él nunca nos va a hacer tropezar», alertó el obispo.
Fortalece tu alma
Por lo tanto, si deseas mantenerte firme hasta el fin, aliméntate de contenidos que van a edificar su fe. Medita en la Palabra de Dios, ora, ayuna e ingresa al material disponible en Universal.org.ec y en las redes sociales de Iglesia Universal Ecuador.