¿Ya pasó algo con usted que nunca pensó que algún día podría suceder?
Conmigo ya pasó. Creo que nunca lloré tanto en la vida. Eso fue hace unos años, pero no me he olvidado de ese día y la palabra “decepción” no describe ni una pizca cómo me sentía. Dentro de mí, por más que yo tuviese noción de que aquello podría ocurrir un día, yo siempre pensé que las cosas no llegarían a ese punto … hablo al respecto de mi hijo, que en ese momento, estaba demasiado lejos de la vida que le enseñamos a tener.
Pero bueno, eso pasó. He aprendido mucho y una de las lecciones que aprendí fue que nunca debemos pensar que ciertas cosas no nos pueden pasar, pues esa ingenuidad acaba por convertirnos en personas desprevenidas.
La gente confía tanto en aquel dicho “nunca es demasiado tarde” que cuando se encuentran en una situación que ya es demasiado tarde, se desesperan. La verdad es que sí, hay momentos en los que es ya demasiado tarde …
Mientras que muchas personas quedan esperando el día y la hora más propicia para empezar a hacer lo que ya deberían haber hecho, el tiempo pasa y ahí están perdiendo oportunidades que nunca más volverán. Piensan que el tiempo está a su favor, cuando en realidad nunca lo ha estado.
No, el tiempo no es nuestro aliado.
Tenemos que dejar de esperar por él, tenemos que dejar de usar la excusa de que no estamos preparados para ciertas cosas importantes en la vida como la salvación, la familia, la salud, y el matrimonio …
Puede incluso pensar que todo está bajo control, que no está bien pero tampoco está tan mal, pero piense conmigo, ¿qué sucede con algo que no es gran cosa? La tendencia es disminuir con el tiempo hasta desaparecer.
¿Cuántos no han sido las personas que un día fueron como tú, que pensaban que tendrían tiempo para arreglar las cosas, dar prioridad a lo correcto, centrarse en lo importante de la vida, pero que ahora están llorando lágrimas de arrepentimiento por no haber hecho lo suficiente a su debido tiempo?
Tal vez debería haber puesto fin a este tipo de comportamiento que simplemente le aparta de su familia, pero usted queda postergándolo, con su orgullo insensato, que piensa que al final del día, todo se arreglará entre ustedes. En el fondo usted piensa que su familia siempre estará disponible, pero ¿y si no? ¿Y si su marido decide poner fin al matrimonio? ¿Y si su madre se enferma y muere? ¿Y si, y si, y si…?
O usted es aquel empleado que llega tarde al trabajo, tarda demasiado en su tiempo de descanso, en su momento de almuerzo, si puede se escaquea, o pasa el tiempo hablando por WhatsApp. El día que su jefe no aguante más su trabajo mediocre, será demasiado tarde para usted.
Ah, y no nos olvidemos de las personas que comen como si el mañana no existiera … dulces, bebidas gaseosas, chocolate sin parar,fritos todos los días. Son tan descuidados con el cuerpo que me quedo admirada cuando reclaman el no saber la razón de porqué engordan. Por no hablar de que con la edad, todo esto pasara una factura carísima que pagara con su propia salud.
Sí, un día puede ser demasiado tarde para que usted pueda disfrutar de lo que tanto desprecia hoy. Y la mayor decepción de todas es el día del Arrebatamiento, cuando los que viven aplazando el cuidado de su vida espiritual quedarán aquí y ya no tendrán la sal de la tierra para orientarlos …
Por tanto, deje de esperar a estar preparado para hacer los cambios necesarios en su vida, hágalos ya, un día puede que sí sea demasiado tarde.
En la fe.