Generalmente, la mujer lleva la fama de acumular ropas, accesorios u otros objetos. El hombre no está libre de acumular, desorganiza su casa y vida. Se apega a ciertas prendas de ropa, por ejemplo, es una manía masculina bien conocida, que da terror a la esposa, novia o la madre; ver al hombre con aquella camiseta vieja hasta que se aburre, mientras otras nuevas se amontonan en el armario. También hay un apego a aquellos zapatos que están desgastados, mientras otros calzados se dañan en el armario. ¿Qué tal si dona aquella camisa que no la usa a cualquier persona que la necesite?.
¿Y los libros? algunos los acumulan, hasta llenarse de polvo y lo mismo sucede con los CDs, cintas VHS, DVDs, revistas, manuales de instrucciones, material didáctico antiguos, etc.
¿Y los libros? algunos los acumulan, hasta llenarse de polvo y lo mismo sucede con los CDs, cintas VHS, DVDs, revistas, manuales de instrucciones, material didáctico antiguos, etc.
Cuando esas cosas malas salen de la cabeza y se desechan adecuadamente, tiene más espacio para la espiritualidad, la familia, el amor, la salud, las actividades físicas, la educación y todo aquello que promueve el tan necesario equilibrio para ser un hombre a imagen y semejanza de Dios.
Cuando esas cosas malas salen de la cabeza y se desechan adecuadamente, tiene más espacio para la espiritualidad, la familia, el amor, la salud, las actividades físicas, la educación y todo aquello que promueve el tan necesario equilibrio para ser un hombre a imagen y semejanza de Dios.
DESAFÍO 27:
Terminar un proyecto que abandonó.
•• Jaime Mosquera