Es muy común ver en las relaciones a hombres y mujeres que evitan las famosas discusiones. Basta oír la frase «necesitamos hablar» para que la persona huya sin pensarlo dos veces. En la vida amorosa, más allá de esto, hay otros síntomas que caracterizan la fuga en la relación:
– En el noviazgo o el matrimonio hay quienes evitar la responsabilidad;
– Otros rompen las relaciones cuando surge un problema;
– Cuando quiera salir, simplemente desaparecen y no dan explicación alguna a la pareja;
– Basta un problema o una situación de stress para que quieran desistir de una relación seria;
En medio de las crisis, el otro – la víctima – intenta evitar la confrontación y, a veces finge no darse cuenta de actitudes equivocadas y soportan el sufrimiento en silencio en un intento por salvar la relación. Algunas personas que ya están en el tercero o cuarto matrimonio y los problemas persisten, y, tanto el fugitivo como la víctima sufren de esa situación.
Entre los solteros
Por otra parte, la fuga en el amor verdadero no sólo afecta a aquellos que están comprometidos, entre los solteros esto también sucede…
– Muchos evitan la Terapia del Amor como un mosquito del dengue;
– Si alguien muestra interés, se aleja de esa persona;
– Demuestra más amor y consideración por los animales y las plantas que por los seres humanos;
– Se llena de ocupaciones para no tener tiempo de sentir la soledad o pensar en el amor
Las personas que tienen estas actitudes generalmente se sienten solos y sin esperanza.
Por eso, si usted está cansado de sufrir y quiere una decisión, este presente en la próxima Terapia del Amor y aprenda lo que se necesita para conquistar la relación que siempre quiso tener.
Después de todo, ¿es mejor esconderse y encontrar la tristeza o enfrentarse a los problemas y encontrarse cara a cara con la felicidad?