La arquitecta Sara Oliveira, de 27 años, nació sin una arteria pulmonar. Esa condición es llamada hipoplasia pulmonar y la hizo vivir con solo uno de sus pulmones funcionando perfectamente. Como consecuencia, ella siempre tuvo problemas respiratorios. Cuando quedó embarazada, su salud se deterioró.
Los médicos ya le habían explicado que a partir del séptimo mes de gestación podía tener problemas respiratorios ¡y eso pasó! su esposo tuvo que llevarla al hospital de urgencia. “Cuando llegó allí, tenía mucha taquicardia y falta de oxígeno.
El médico me dio las opciones de intubarla y sacar al bebé o internarla en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y aplicarle todos los medicamentos necesarios, entonces, optamos por la hospitalización”, relata Lucas. Desde entonces, Sara pasó a luchar por su vida y en los siete días que estuvo en la UCI, fueron realizados muchos procedimientos.
A pesar de que el estado de Sara parecía ser bueno, los médicos querían hacer el parto antes de lo previsto. “El día del parto, pedimos a Dios que se hiciera su voluntad.
La bebé nació bien, pero después de una hora, mi esposa comenzó a sangrar y su situación empeoró”, comenta. Lucas recibió una llamada para que regresara al quirófano.
“Su presión había bajado, le faltaba el oxígeno, había perdido sangre y lloraba del dolor”, dice Lucas. Fue un momento aterrador para ellos, ahí se dieron cuenta de la proximidad de la muerte. Lucas no aceptaba perder a su esposa y luchó hasta el nal por su sanidad. “Fui al baño, me puse de rodillas y clamé a Dios.
En ese momento, llegó una paz y la certeza de que todo estaría bien”. En total fueron 25 días de hospitalización; luego de ese período, Sara comenzó a tener mejoras sorprendentes y su caso fue considerado un milagro por el equipo médico.
“Los doctores nos informaban que estaba mejorando, su condición era estable y sobreviviría. Después de su recuperación y el alta, fuimos a la iglesia para presentar y consagrar a nuestra hija, también agradecer a Dios y glorificarlo, contando nuestro testimonio”, explica Lucas. “Estoy muy agradecida por lo que Dios hizo por mí, por la oportunidad de una nueva vida”, concluye Sara.
Hipoplasia Pulmonar
Es una anomalía congénita del desarrollo pulmonar muy poco frecuente, que habitualmente se diagnostica en la infancia y tiene una alta mortalidad, de forma que aparece en el 10% de las necropsias postnatales. Sin embargo, la presencia de esta anomalía en el adulto es excepcional, ya que lo más probable es que los individuos fallezcan antes de la edad adulta, como consecuencia de infecciones pulmonares.
¿Cuáles son las causas?
La causa más frecuente es el desequilibrio entre la cavidad torácica, los movimientos respiratorios fetales, la presión positiva del líquido pulmonar fetal y el volumen normal del líquido amniótico