Llegue a la Universal con mi vida totalmente destruida, vivía con mis abuelos , después de un tiempo ellos fallecieron y mi tía me votó de la casa y me dijo que si yo quería vivir debía construir un sótano fuera de la casa de ella, tenía 13 años, mi tía me humillaba y me decía que yo no era nada, que no tenía condiciones de ser nada en la vida. A pesar de todo las cosas malas que me decían yo tenía un sueño; quería ser abogado. Pensaba que casándome mi vida iba a cambiar, pero no fue así, tenía muchos problemas, peleábamos muchos y no concordábamos en nada.
Conocí la Iglesia Universal, empecé a “ser fiel a Dios”, por lo menos eso era lo que yo pensaba.
Pero cuando llegaba la Hoguera Santa de Israel, yo no obedecía la voz de Dios y no conseguía entregar mi vida en el Altar.
Pasé 5 años participando de Campañas, y mi vida no cambiaba. Me separé de mi esposa; allí fue cuando toque fondo, tenía 17 rentas por pagar, es decir, estaba en la miseria. No tenía familia ni nadie que me apoye. La única manera que tenía para subsistir era haciendo cachuelos y trabajando en una cantera.
Un día me indignarme en contra de la situación; y fue ahí donde yo analicé mi vida y me di cuenta que por mi desobediencia Dios no me podía bendecir, así que puse en práctica las enseñanzas de la palabra de Dios y comencé a confiar en su voz y me lancé colocando toda mi vida en el Altar de Dios y ahí entendí que eso era verdaderamente confiar en Dios, y fue cuando la campaña me dio realmente los resultados que tanto esperaba.
Comencé a prosperar hoy tengo una oficina de consultoría financiera a pesar de no tener una formación académica Dios me capacitó. Tengo funcionarios contadores, administradores, etc.. que trabajan para mi. También tengo una otro negoción que se encarga de tramitar la compra y el financiamiento para vehículos.