Es un proceso delicado en la vida de una pareja y cuando deciden dejar de vivir juntos, enfrentan muchos obstáculos.
Si tienen hijos, aparece el desafío de ver quién se quedará con la custodia. Algunos se sienten inseguros con relación al futuro; otros están tan lastimados que dejan de creer en el amor; sufren el juicio de los demás por no haber logrado que el matrimonio funcione. Tampoco logran empezar una nueva relación porque le temen al fracaso. Pero a pesar de que muchos dudan de la posibilidad de volver a empezar después de una separación, ¡sepa que se puede!
El primer paso es reflexionar sobre lo que sucedió, vencer el dolor y aprender de los errores. Después, es necesario invertir y prepararse para una nueva relación.
Por eso, en la Terapia del Amor, también se trabaja con quienes se han divorciado; y con quienes están comenzando a pensar en una posible separación. Se dan consejos especiales sobre cómo lidiar con esa fase y blindarse de una forma inteligente.
(…) a pesar de que muchos dudan de la posibilidad de volver a empezar después de una separación, ¡sepa que se puede!…
MI MATRIMONIO ESTABA AL BORDE DEL FRACASO
Era una mujer que estaba llena de odio, rencor, desesperación, sentimientos de coraje e inseguridad. Por eso intenté quitarme la vida en dos ocasiones. Mi vida era un fracaso, no lograba tener una vida nanciera estable, todo por causa de los vicios de mi esposo. Por esa causa en varias ocasiones nos quedábamos sin comer, el dinero no nos alcanzaba, además él me golpeaba. Todo mi sufrimiento terminó cuando conocí la Iglesia Universal. Aquí fue donde aprendí a usar mi fe para poder ser libre de todo ese sufrimiento. Así fue como logré tener un encuentro con Dios. A partir de ese día encontré el amor y la felicidad que tanto anhelaba. El ser bautizada con el Espíritu Santo transformó mi vida y mi matrimonio. Dios transformó a mi esposo, ya que él dejó los vicios. Hoy tenemos 29 años de casados y eso sólo ha podido ser posible por el Poder del Espíritu Santo.
•• Maria Elena y
Oscar Vallejo