Dios habló con Josué: «Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos». Josué 1:6.
El gran problema de las personas está en la mente, pues viven pensando en las derrotas del pasado y creyendo que se repetirán en el presente.
¡Ahora es Dios que habla para usted!
Esfuérzate, anímate, tome actitudes, no se quede esperando que las cosas cambien por sí solas, porque no será así, sea atrevido, valiente, decidido, no espere que otros hagan lo que usted tiene que hacer, sea agresivo en su fe, audaz; haga lo que nunca hizo, para que suceda en su vida lo que nunca ocurrió.
Existen dos clases de personas en el mundo: Los fuertes y los débiles.
Los débiles son aquellos que en su mente aceptaron ser débiles, por ejemplo: «Yo nací en una familia pobre, no tengo estudios, nadie me quiere, yo no puedo, eso es mucho para mí, aquello es muy caro, es difícil», etc.
Los fuertes son aquellos que rechazan todo pensamiento de fracaso, no aceptan sus debilidades y por eso toman actitudes con la fe, por ejemplo: «Yo puedo, yo soy capaz, Dios está conmigo y por eso lo voy a lograr, eso no es imposible, ahora no tengo pero voy a tener, mi familia es pobre pero mi Dios es rico, el médico no pudo pero Dios puede», etc.
Y es en los fuertes, que Dios prueba Su existencia…
Usted sólo podrá resolver los problemas, cuando venza los pensamientos de duda.
Sin embargo, muchos son bondadosos, pero viven en el fracaso, porque aceptan los pensamientos del diablo, tornándose así débiles.
Dios trabaja con la Palabra de fe, mientras que el diablo, con la palabra de duda, la misma que le amenaza, le hace quedar intranquilo, preocupado, inseguro y con miedo.
Crea en Dios, pero crea también en sí mismo. Crea que usted puede, que es capaz; y no espere que el milagro caiga del cielo; no espere ni dependa de nadie, no espere que las personas aprueben lo que usted cree, tome actitudes y vaya hacia adelante.
Dios escogió a los héroes de la fe del pasado, para mostrar Su grandeza, pero Él no vive del pasado, por eso hoy sigue buscando personas fuertes, ¡personas que de repente son débiles, pero que quieren ser fuertes! pues Él mismo dice en Su palabra:
“…diga el débil: Fuerte soy.” Joel 3:10.
Dios cuenta con los débiles que en el Altar logran hacerse fuertes, para que Su nombre sea engrandecido en esta tierra por medio de ellos.
¿Sabe cómo puede ser fuerte siendo débil? Usted se vuelve fuerte cuando comienza a pensar como Dios piensa, “Diga el débil, fuerte soy”.