A causa de un callo en el dedo meñique del pie, se originó una infección que pasó al empeine, esa área comenzó a podrirse, me llevaron al quirófano, sacaron la carne necrosada, se veían los tendones; hablaron de cortarme el pie, pero participando de las cadenas de oración, incluyendo Domingo, usando mi fe, alcancé el Milagro que anhelaba, pues no aceptaba que me cortaran el pie, luché, perseveré, Dios me atendió y me curó.
Y si usted cree que los Milagros existen, luche, Dios le atenderá, pues yo soy un testimonio vivo de eso.
•• Sra. Eugenia López – IURD BABAHOYO