Crecí en una familia muy pobre. Siempre tuve el sueño de retribuir el esfuerzo de mis padres, pero como sólo estudié hasta cuarto de básica, no me daban la oportunidad.
Pasé hambre, viví en la calle, tenía miedo de morir, era depresivo y me sentía en el fondo del pozo.
Cuando llegué a la Iglesia Universal le dije a Dios que estaba cansado de esa vida, poco después escuché hablar de la Campaña de Israel, hice un voto con Dios y Él no me decepcionó, en primer lugar, fui transformado de dentro hacia afuera, mi visión cambió, pasé a tener paz, equilibrio emocional; sabía que nunca más estaría solo.
Dios me dio una idea de crear una máquina que hasta entonces no existía y que ha tenido excelentes resultados.
Aún no teniendo estudios, hoy administro mi propia empresa.
Sr. Matias Barbosa.