Dios nos ofrece la Salvación, la liberación y el Espíritu Santo de gracia, pero hay quien busca el Espíritu Santo y no lo recibe, porque no quiere despojarse de sus proyectos personales, de sus sueños. Hay personas que actúan como si Dios fuera el Siervo de ellas. Ellas hacen poco caso de la compasión de Dios y del Espíritu de Él. ¿Cuántas personas dan todo y colocan toda su fuerza por lo que quieren, pero, ¿por qué no colocan la misma fuerza para recibir el Espíritu Santo? Simplemente, porque no quieren despojarse de la vida equivocada, impropia e irregular que han vivido.
Ellas no ven urgencia en recibir el Espíritu Santo, pero, cuando surgen las guerras, la pandemia, los terremotos y las catástrofes, ellas despiertan, quedan aterrorizadas, temerosas y piensan: “Voy a correr a los brazos de Dios.” Entonces, Dios usa todo lo malo que suceda en este mundo para llamar la atención de las personas y decir: “Si usted me invoca, Yo estoy aquí.”
“Busque salir de esa vida doble, de error y de pecado, arréglese con Dios, pues Él quiere vivir dentro de usted”
“Si usted me quiere, Yo estoy listo para atenderlo.
Venid a Mí y Yo lo aliviaré.” Tal vez, a pesar de frecuentar una Iglesia, usted tenga sus momentos de pecado y haya vivido una vida doble, como sucede con los amantes. Amante es aquella persona con la que no se tiene responsabilidad.
Ella va donde la otra persona y después vuelve a su casa y a su familia, o sea, vive una vida doble. Es eso lo que el ser humano hace con Dios: Solo va hasta Él, cuando tiene “dolor de barriga”.
Pero Dios puede estar tocando su puerta ahora, para que lo atienda y se entregue a Él, pues Él quiere vivir dentro de usted y Él no divide espacio con nadie.
Busque salir de esa vida de error y de pecado, arréglese con Dios y las demás cosas serán agregadas en su vida. Mantenga una vida correcta, regular y de acuerdo con la Voluntad de Dios y con Su Palabra.