Juan 14:21 “El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama”
Guardar los mandamiento quiere decir, obedecerlos. No importa si usted es la persona más pecadora del mundo, si decide obedecer los mandamientos, esa acción le vuelve una persona digna del perdón de Dios y de Su Salvación.
Sin embargo, Dios no puede hacer nada por alguien que no obedece Su Palabra.
Muchas personas afirman creer en Dios, pero no Lo obedecen, esto revela que su creencia no es verdadera, pues no es el pecado que le condena y sí la falta de arrepentimiento.
Usted puede haber sido la peor persona del mundo, pero si a partir de hoy comienza a obedecer a Dios, usted será salvo.
Este mensaje de repente puede ser chocante a lo que ha creído toda su vida, pero ese es justamente el objetivo de la Palabra de Dios, llevarnos al camino correcto, sin embargo, muchos han endurecido su corazón contra Su Palabra, por eso se les ha hecho difícil entablar una comunión con Él.
Amigo lector mientras no entregue su vida a Dios, Él no puede darle Vida, ya que esa entrega exige: renuncia, sacrificio, y esto es justamente lo que muchos no quieren hacer.
En el versículo mencionado antes, Jesús nos enseña que el que guarda, es decir, el que obedece Sus mandamientos, ese es el que Le ama, o sea, quien no está dispuesto a obedecerle, no Le ama.
Nunca será difícil decirle a Dios que Lo ama, pero Él, que escudriña y puede ver la real intensión del corazón, sabrá si está siendo sincero o no, pues si no hubiera obediencia, las declaraciones de amor serán “palabras” vacías, como está escrito:
No podemos amar a Dios sólo de palabras, ya que los hechos gritan más fuerte que las mismas.
Jesús continuó diciendo: “y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.”
¿Dios ama a todos? No, Él ama a los que Le aman, es lo que está escrito, pero a donde quiero llegar con esa aclaración, simple, quiero llamar su atención, al siguiente hecho, Dios ya nos dio su prueba de amor, dio a su único Hijo por nosotros, y ahora cabe a cada uno probar a través de la obediencia que también Le amamos.
Si obedece a Dios, Él se manifestará en su vida. ¡Piense en esto!