El pueblo hebreo era esclavo en Egipto y Dios los liberó, pero, por no creer en Sus promesas y estar siempre renegando, tuvieron que caminar 40 años para llegar a la tierra prometida; a pesar de estar en una tierra seca, no pasaron hambre, pués Dios los sustentó con maná, como está escrito en Éxodo 16:4 “Entonces el Señor dijo a Moisés: He aquí, haré llover pan del cielo para vosotros; y el pueblo saldrá y recogerá diariamente la porción de cada día, para ponerlos a prueba si andan o no en mi ley”.
Dios espera que Su pueblo Le obedezca y confíe en Su Palabra, para de esa manera poder sustentarlo.
El maná representa al Señor Jesús, que es el alimento espiritual que necesitamos cada día, nuestra fidelidad a Dios está representada por la devolución de nuestros diezmos, sólo quien tiene una Alianza con Él puede serle el.
La Palabra de Dios dice: “¿Robará el hombre a Dios?”. Usted sólo puede robar algo que no es suyo y si retiene el diezmo, Le estará robando.
Si usted es el a Dios, Él le será el a usted, ese es el concepto del diezmo, va mucho más allá de un valor monetario, debe ser acompañado de reverencia, dependencia y gratitud a Dios por todo lo que se conquista.
“Mi vida económica estaba destruída, intentaba prosperar, avanzar de alguna manera, pero no lo lograba, busqué ayuda en varios lugares, me asocié con alguien para salir de la miseria, pero fue un fracaso.
En la Iglesia Universal aprendí que sólo podría tener una vida exitosa si me asociaba con Dios, no lo pensé dos veces, empecé a devolver mis primicias y ser Fiel a Dios y Él me respondió.
Hoy soy dueño de una constructora y tengo éxito gracias a mi sociedad con Dios.”
••• Sr. José