La mayoría de las personas “caen del paracaídas” en la dura y temible realidad solamente después de dar a luz. Ahí, descubren que aquel cuento de hadas desaparece rápidamente con el llanto insistente del bebé. El príncipe encantado desaparece y sólo queda frustración. Sueños por la mitad.
“Estaba en el colegio y era la mejor alumna en matemáticas. Quería ser ingeniera pero nunca pude retomar mis estudios.” “Mi compañero fue asesinado y me quedé con cuatro hijos pequeños.” “Mi esposo me dejó por otra, nunca me dio apoyo económico y ahora ni siquiera visita a nuestros hijos…” Las variantes se cruzan y terminan en lo que parece tener el mismo punto final: ¡Yo no estaba preparada para esto! Y así como ellas, sus hijos reciben una sobrecarga de emociones: son consentidos o reprendidos en exceso.
Para suplir el cariño del papá, algunas los miman y obedecen a todos sus caprichos; o descargan involuntariamente toda la ira y frustración sobre sus hijos. Ellas terminan asfixiadas por la culpa que les genera estar en esta situación y por la desesperación de no saber cómo ser un referente para ellos. Debido a la falta de objetivos, se quedan paradas en el tiempo.
Las madres solteras suelen presentarse con la frase “yo soy padre y madre” y cuando dejan de ser solamente estadísticas; y pasan a ser rostros y nombres; descubren que tienen talento y valor. Logran ver que la vida no se terminó ahí y que no se tienen que conformar con el “destino”. Ellas florecen juntamente con las cosas, que van tomando forma en sus manos. Es algo tan simple pero que hace toda la diferencia. Fue eso lo que una persona que creció en una familia estructurada recibió: cariño, apoyo, atención, ejemplo en el carácter, motivación, amor propio. Y recibiendo eso, ellas sabrán lo que tienen que dar y cómo tratar a sus hijos. Es así, como el ciclo de la destrucción familiar se rompe.
El proyecto t-Amar, así como otros proyectos del Godllywood, cortó ese ciclo de destrucción de millares de mujeres en todo el mundo. ¡Usted también puede hacer parte de este proyecto!