La exclusividad es una característica propia de alguien. Algo que sólo usted tiene. Algo que fue dado únicamente para usted – es su derecho y nadie lo toca. ¿Y sabe lo que me canso de ver? Mujeres que no hacen uso de ese derecho. Generalmente por miedo a equivocarse, a quedar mal, usted acaba apagando lo que más debería destacar en usted– lo que le hace diferente.
Esa inseguridad no le deja ser la hija que sería la excepción de la familia, la estudiante que destacaría en la multitud, la joven que no “hace lo que los demás hacen”, la novia que no caería en el cuento de la prueba de amor, la madre que estaría presente con su ejemplo en la vida de sus hijos, la esposa a la que el marido no se cansaría de admirar, la profesional que no se limitaría a hacer solamente lo que los demás hacen, la mujer que no se rinde, no se vende y no depende de opinión y aprobación de nadie, porque tiene la seguridad de que no necesita seguir el paso de la multitud. Quien sabe quién es y cuanto vale tiene ritmo propio.
Le puedo decir que sus hijos, su familia, y sus amigos más allegados, son los que comparten sus momentos más exclusivos, cuando usted es lo que es, cuando usted no necesita preocuparse por usar ninguna máscara. La semana pasada estaba regresando a casa, sentada entre mi esposo y mi hija, los dos (que son muy parecidos) me miraron (que soy lo opuesto a ellos), cuando ella suelta la siguiente frase: “Mamá, no eres extraña: eres de edición limitada.” Les miré a cámara rápida y los tres nos echamos a reír en el avión.
Es verdad, soy de edición limitada, todas nosotras lo somos, y amo descubrir cada día en mí los detalles de quien me creó; ser, hacer y desempeñar lo que Él designó que yo conquiste. P.S: El Día M fue hecho exclusivamente para usted, aprenda como valorarse y hacerse valorar.
19 de Abril – 15h00 – Sede Nacional