Ser rico o pobre no es una cuestión de destino, tampoco es necesario que lo defina la cuna en la que naciste, revela la experta en temas financieros Sofía Macías.
La especialista refiere que la prosperidad es un tema de esfuerzo, de aprender a ver las oportunidades, de educación financiera, pero no una línea de vida trazada que determina quién será rico o pobre.
“La gente debe educarse para tener un mejor manejo de sus ingresos. Gran parte de la población se asusta al tener que lidiar con temas referentes al dinero y esto termina siendo una preocupación.
¿A qué me refiero con preocupación? Por ejemplo: una persona adquiere una deuda sin analizar su capacidad de pago. Se acostumbra a dar sólo el mínimo, alargando con esto la deuda.
Si le sale una emergencia, falta a sus pagos. Cuando se da cuenta la deuda se ha duplicado por los retrasos y los intereses. Lo que fue una salida, ahora es una preocupación que le está comiendo todo su sueldo”.
La experta menciona que el educarnos financieramente, es vital para un crecimiento económico. Con ello no se refiere a tener una licenciatura en finanzas o economía, sino a leer más sobre el manejo del dinero, tomar los talleres gratuitos que ofrecen instituciones financieras o el propio gobierno y no tenerle miedo a enterarse de estos temas.
No sabía cómo administrar mi negocio, iba rumbo a la quiebra
“Decidí abrir un restaurante, pero emocionalmente no me sentía capaz para administrar un negocio, o sea, cuando los problemas aparecían yo no conseguía ver soluciones y sólo reclamaba a quienes estaban a mi alrededor. Todo empeoró cuando los clientes empezaron a pagarme con cheques sin fondo. ¡Estaba desesperado!
Con esto las deudas de mi negocio aumentaron y no sabía qué hacer.
Tenía insomnio, una noche asistí el programa del Congreso para el Progreso en la TV. En él, el presentador habló de la importancia de dejar de reclamar y actuar, para que el cambio sucediera. ¡Eso me despertó!.
Entonces decidí dar el primer paso hacia el éxito. Fui a una conferencia en la Iglesia Universal, aprendí a dejar las emociones de lado y a usar la razón para solucionar las dificultades. Comencé a negociar las deudas, conversé con todos los que me debían y fui encontrando nuevas soluciones.
Hoy en día, soy propietario de dos supermercados y un restaurante. Entendí cómo usar la fe. Debo todo este éxito al Autor de la Vida. Él me enseñó y enseña, la importancia de no reclamar, sino de luchar para vencer”, Sr. Heber Días – Empresario.
¿Te gustaría ampliar tu visión, emprender otros proyectos y tener éxito en tu vida financiera? Entonces participe en el Congreso para el Progreso, la reunión que te ayudará a despertar una fe aguerrida, para alcanzar tus objetivos financieros. Todos los lunes a las 7H, 10H, 12H, 15H y especialmente 19H, en la Av. de Las Américas 305, norte de Guayaquil.