Dios coloca todo en este mundo a nuestra disposición, pero Él no acepta dividirnos con el mundo. Él es el Único Creador y Señor, lo que significa que Él debe ser adorado, reverenciado y temido sobre todas las cosas. Entonces, cuando una persona coloca cualquier cosa o persona en el lugar de Dios, Él no se hace presente en la vida de ella.
El pasaje bíblico de 1 Juan 2:15 dice: “No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.”
El mundo es lindo y maravilloso, pero no tiene nada para ofrecer a nuestra alma, apenas para las codicias de la carne. El Alma solo está en sosiego y paz cuando está en conexión directa con Dios y, al ser amada por Él, Su amor está en ella, No es por casualidad que el primer mandamiento registrado en Lucas 10:27 es “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón (…)”.
Cuando amamos a Dios de todo nuestro corazón, solo pensamos en agradarlo y nuestras voluntades quedan completamente entregadas a Él.
Cuando Dios encuentra una persona cuya alma Lo ame de verdad y Lo coloque en primer lugar, Él habita en ella.”
Tenemos el derecho de tomar nuestras decisiones personales, pero, cuando Dios piensa que alguien lo considera, es algo glorioso. No somos perfectos, pero cuando hay ese corazón entregado para Dios, Él decide habitar en nosotros, pues encontró sinceridad en nuestro interior.
La persona que Dios elige para ser Su morada es sincera, transparente, verdadera y no intenta fingir algo que no es, pero busca la compasión del Padre. Cuando Él encuentra una persona cuya alma Lo ame de verdad y Lo coloque en primer lugar, entonces, Dios reposa y habita en ella Su amor, por medio del Espíritu Santo.
Él permite que ella tenga la mente del Señor Jesús y que sea conducida por Él, teniéndolo como Marido. Ese amor, sin embargo, no es un sentimiento o sensación, pero proviene de la obediencia a la Palabra de Dios y de la voluntad de Él.
Eso hace que el Reino de Dios entre en su vida y haga de ella el Templo de Dios. Así, las demás cosas, serán añadidas en su vida.