El espíritu del desamor es el responsable de los fracasos y frustraciones amorosas.
Éste genera divorcios y los lleva a pensar que una nueva pareja cambiará todo. Es el mismo que convence a los solteros de que un “nuevo amor”, puede curar las heridas que les quedó de una relación anterior. En la búsqueda de la realización en lo sentimental, muchos cambian de pareja, y hasta de estatus en Facebook: “en una relación seria”, una y mil veces. Pero todo ese esfuerzo no sirve de nada, porque no hubo un cambio de espíritu.
La única forma de solucionar los problemas de su vida amorosa es quitar el espíritu de desamor y reemplazarlo por el Espíritu del Amor. Jesús dijo: “Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio.”, (Mateo 23:26).
Traumas y secuelas del pasado me impedían ser feliz
“Sufrí 47 años, viví un abuso a los 17 años y no dije nada. A los 18 me casé, estuve 20 años en un matrimonio infeliz por mis traumas. Hasta que dejé todo. Conocí a Rufino y nos fuimos a vivir juntos. Por un tiempo fue todo color de rosa.
Pero yo estaba tan mal, que deposité en mi pareja todo el odio y frustración que sentía. Él quería casarse y yo no. Hasta que un día escuché el programa de la Terapia del Amor y lo invité a la reunión. Sin embargo, nos peleamos y le dije que se fuera de la casa. Con el tiempo aprendí que debía cambiar, y pude hacerlo. Finalmente, fui yo la que le pedí que nos casáramos”.
Una reunión para resolver y prevenir dificultades en el área sentimental; todos los jueves a las 7H, 10H, 15H y especialmente 19H, en la Av. de Las Américas 305, norte de Guayaquil.