El alcoholismo o el uso nocivo de drogas es una enfermedad que afecta no apenas al dependiente, más también a sus familiares. Estadísticas indican, inclusive, que el vicio está entre los mayores destructores de matrimonios, actuando en la desintegración de la familia.
Quien ama y convive con un dependiente químico y alcohólico muchas veces se olvida de sí mismo en función del dependiente. A esas personas que dejaron la propia vida en segundo plano a favor de terceros, la psicología tiene una definición: codependencia.
El codependiente suele olvidarse de sí mismo para centrarse en los problemas del otro (su pareja, un familiar), justamente para poder rescatarla y crear de este modo un lazo que los una. Así es como el codependiente, al preocuparse por el otro, olvida sus propias necesidades y cuando la otra persona no responde como el codependiente espera, éste se frustra y se deprime.
De acuerdo con especialistas se trata de una difusión biopsicosocial y espiritual, qué, admiten, requerir la dimensión espiritual como parte integrante del tratamiento.
No son pocas las personas que ya pasaron y que aun pasan por este tipo de problema. Enfrentan vergüenza, dolor, preconceptos, sensación de impotencia, desespero, violencia, internaciones, prisiones y hasta muertes prematuras.
En casos más extremos el codependiente se lanza en una lucha la cual no logra ver los resultados prácticos. “Toda libertad individual se pierde el hecho de cuidar al otro. Es una relación que se caracteriza por los siguientes sentimientos: amor, odio y culpa”, explica la psicóloga Cleusa Cezário.
“Debido a esto el familiar tiene que tener cuidado de no hundir su propia vida con el conflicto que vive el adicto, por está razón no solamente el vicioso o dependiente químico es quien debe hacer el Tratamiento para la Cura de los Vicios, sino también el familiar o codependiente, ya que el problema es espiritual y ambos necesitan la cura del mal que les viene afectando”, indica el especialista Alberto Brenes. El Tratamiento para la Cura de los Vicios es un tratamiento eficaz, totalmente gratuito, sin necesidad de internamiento, que esta curando a miles de personas en todo el país. Por eso usted que necesita ayuda acérquese este próximo domingo a las 3pm e inicie el tratamiento.
Era infeliz a causa del vicio de mi esposo
Llevó 36 años con mi esposo, de los cuales 17 fueron un infierno a causa del vicio del alcohol.
Al principio cuando nos casamos comencé a notar que mi esposo, Juan, tomaba todos los fines de semana, yo le restaba importancia y trataba de no preocuparme. Pero después de cumplir mi primer año de matrimonio vi que estaba en un error, Juan no sólo bebía para pasar el rato, él tenía un serio problema de dependencia al alcohol.
Había días en donde comenzaba a beber un viernes y terminaba el martes, yo angustiada salía a buscarlo por las calles y regresaba preocupada a mi casa porque no lograba encontrarlo.
Me sentía infeliz y quería separarme, pero él no me dejaba. Peleábamos todo el tiempo.
Pero desde que participamos en la Universal ya no hay necesidad de pensar en la separación.
Hoy mi esposo esta curado del vicio del alcohol y yo me siento feliz por mi matrimonio.