La solución para todos los problemas, es el Espíritu Santo, aparte de eso, Él nos conduce al Reino de Dios, así que, si usted quiere hacer una inversión, hágalo para recibir el Espíritu Santo.
“Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Él.” (Romanos 8:9)
Muchos cristianos conocen la Palabra de la Verdad, pasan años en la iglesia, pero no logran colocar sus vidas en el centro de la Voluntad de Dios, viven espiritualmente tibios; esta es la razón por la cual no reciben el Espíritu Santo, estos son los llamados hijos de la carne, ya que siempre se resisten a la dirección del Espíritu Santo.
Estas personas siempre están envueltas en contiendas y viven murmurando o reclamando de la iglesia, del pastor y de los demás, nunca están satisfechos con nada y siempre encuentran motivos para criticar.
Algunos intentan engañar a otros o a sí mismos, diciendo que están llenos del Espíritu Santo, pero sus actitudes revelan su verdadera naturaleza.
¿Qué espíritu ha dominado su vida? ¿Cuál es el espíritu que ha dirigido sus pensamientos? Porque quien tiene el Espíritu Santo, recibe la mente de Cristo y no es dominado por el mal; ¿cómo puede el bien habitar en usted, si siempre escoge el mal?
La mente de Cristo es el Espíritu Santo: “Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quien le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.” (1 Corintios 2:16)
Quien tiene la mente del Señor Jesús, tiene el Espíritu de Dios.
La persona llena del Espíritu Santo no vive en el pecado, ella fue separada por el propio Dios y vive una vida consagrada delante de Él, por eso recibe paz; la paz de una conciencia limpia, la paz de la salvación, la paz del Reino de Dios.
Cuando el Espíritu Santo viene sobre nosotros, a parte de darnos paz, Él nos da dirección y sabiduría para caminar con Dios, en este mundo perdido en el cual vivimos.
Donde está el Espíritu Santo hay unión, un mismo corazón, un mismo pensamiento, una misma fe; pero donde está el espíritu del diablo hay división, ya que los pensamientos son diferentes.
Usted tiene muchos problemas y se enfoca en resolverlos, pero se olvida que la raíz de todos sus problemas, es la falta del Espíritu Santo en su vida.
Para que usted reciba el Espíritu Santo, debe vivir obedeciendo la Palabra de Dios; esto significa, abandonar el pecado, sacrificar su carne, su voluntad, sus vanidades, valorizando el Espíritu Santo más que a su propia vida.