«Profunda indignación se ha apoderado de mí por causa de los impíos que abandonan Tu ley. Cánticos para mí son Tus estatutos en la casa de mi peregrinación.» (Salmos 119:53-54).
Nos indignamos al ver a tantas personas ignorando la Palabra de Dios, que es el manual para la vida eterna. No valoran el sacrificio de nuestro Señor Jesús, que les ofrece la Copa de la Salvación. En cambio, Sus hijos amamos y vivimos Sus Consejos cada día.
Por Ester Bezerra